El almíbar se desprende de mi cuerpo ,
pierde la tangente en busca de tu boca
la que se queda sin aliento al recordar lo inrecordado.
Prometí que pagarías por mis suspiros,
uno a uno, con los tuyos.
Quiero colgarme al almanaque, rescatar días con vos,
saborear las horas inexistentes en tu día conmigo.
Dame lo que no quieras darle a nadie,
dame los mordiscos que te averguenzan,
dame dulces dolores en todo mi ser,
mi ser, que te siente en cada mirada lejana,
en cada estremecimiento de mi piel.
El vos y el yo, lo tenemos,
dame el nosotros...
ya no bastan las almohadas....