miércoles, junio 27, 2007

Confesiones de invierno...en verano.


Tengo las manos asperas por la ausencia de tu piel,

poseo la mirada más lejana que se ha visto en la eternidad,

moriría en tus brazos por un ramo de calas,

no duermo sin antes recordarte,

los domingos lavo mi rostro con impotencia,

camino sin observar el camino,

me voy más allá de mi y vuelvo con vos en mi nuca,

calmo mi angustia pecando,

exhibo mis labios sin dejar tocarlos,

mi pelo, es tuyo,

odio escribir frases sueltas,

soy consciente que para narrar, debo vivir,

hoy instalada en el pasado y el futuro,

soy incapaz de contarte mi presente.

sábado, junio 16, 2007

pa ti no estoy!




Todo es un pueblo pequeño, somos tan vulnerables a los otros, y hasta nosotros mismos.
te soné una tarde de octubre, con tu naranjo en flor, metido en mi piel, quiero que sepas que me desperté anoche, al saber que tus palabras se repiten, no son únicas, y yo si lo soy.
te dejo besos que nunca podrías imaginar en tu vida.
me despido, gracias por el viaje imaginario.
la ilusión duró muy poco, pero te aseguro que ahí era hermoso nuestro encuentro.
suerte A.

miércoles, junio 13, 2007

(...)

“…Y al perfume de tu ungüento
te persigue mi ventura,
y me enciende el pensamiento la locura…”
Rubén Darío.



Debo perdonarte la vida, cuando mi piel se enciende con tus palabras.
Si supieras que una oración tuya me coloca debajo tus sabanas,
no creo que me dejaras escapar.
Nuestra piel está bien amarrada a nuestros pensamientos,
se queda en el intento de escaparse…
Eso sí, te prometo que el día que pueda tocarte, no sabrás cual es tu piel o la mía…

viernes, junio 08, 2007

Por que me dijiste que me lees...

Si las tardes estuvieran colmadas de tus promesas,
te aseguro que mis suspiros abrirían tu ventana un domingo cualquiera,
entraría mi esencia de hembra,
junto con las lágrimas del pánico empapando mi remera.
Desconozco cual seria tu reacción,
aunque te susurraría bajito ahora mismo como imaginé tú beso.
Tu beso, ese que se hartó de aparecer en mis sueños.
Mis sueños, donde recojo una a una de tu saliva las palabras de aquel tango…
Llegará otro domingo, la ventana seguirá cerrada,
mis suspiros solo abrirán los mechones de mi pelo,
donde al abrirse dejaran ver mi rostro, mis ojos.
Estos ojos míos, que no conocen de cerca tu piel,
que alucinan con tu color esperanza,
que roban esta imagen prestada,
sólo por saber que no estas muy lejos de esa playa.