Huelo a victoria
de los cobardes,
mi aliento ya no sirve
para retenerte en mis pàrpados,
los que se proponen desalojarte,
resbalan con el fluido que gozo.
Las tardes no traen grandes sensaciones,
las saldrè a buscar
y me encontrarà la noche
brindando con tu ausencia, con tu soledad,
sin mi,
con tus labios,
sin los mios,
con tus risas
sin mis argumentos.
¿Quièn pierde màs de los dos?,
o quizàs, se lo pierde la inexistente construcciòn
de nuestro amor,
pero sabes què?:
yo estoy guardando mis ladrillos,
para que cuando regresemos del miedo,
y la cobardìa (con ella el escape).

Esperame, me voy para regresar a tus brazos.

Hoy te odio
por darme cuenta que te necesito,
por saber que no te puede ver,
por buscarte en el sudor ajeno,
por esperar que vuelvas,
por escaparme de mi misma,
por pretender que preguntes por mí,
por saber que no vas a volver,
por querer escucharte en mis silencios,
por esperar, siempre esperar, que te decidas,
por no secar mis lágrimas,
por provocarlas,
por no tener tu olor en mis sábanas,
por dejar que me vaya,
por saber que te espero, siempre,
por amarte, y no tenerte,
por saber que nunca podré odiarte de verdad.

Más que erizarme, la piel me la enciende,
su gran espalda, me sirve de refugio
en momentos que ni el sabe que lo necesito.
Su cariño me sorprendió un día
a esa hora donde pensé ya dormir nuevamente sola.
Me rehusé a sentir algo por él, es cierto
pero como no lograr estremecerme,
con pequeñas manos encima suyas,
que cada día le devuelven el brillo
a esos ojos que no quiere dejarse llevar
por la confianza de una mujer,
por la fidelidad, que le puedo brindar.
El viento lo trajo a mis fantasías,
nuestros personajes nos dejaron ser
nosotros mismos.
Espero tenerlo siempre,
Cuando me necesite,
cuando me dé la señal
de que cabalgamos…

Irme es quedarme un poco...

Quedarme en las baldosas,
de las casas que me esperan,
en los espejos
que me vieron llorar,
en las sàbanas que fui feliz,
en las almohadas donde soñè
con vos...
y despùes las compartimos.
en las ventanas que te esperaron,
en las puertas que me recibieron,
en las risas que generè,
en las promesas que no cumplieron,
en los lentes que los capturò,
en la histeria que los fastidia,
en el desorden que no comprenden,
en las mesas de los bares
que si bebi con vos,
y con ustedes...
en la angustia de no volver,
en tus azules y amarillos
que celo por tenerte todos los dias
desde tu ventana,
en los ojos achinados
de mis cositos/as tricolores,
en los brazos que nunca me agarraron
pero sè que me agarrarìan,
en ustedes, sobre todo en todos ustedes...