Quiero ser la mandrágora de tus sueños,
que me bebas de a poco, sin exagerar,
sin apresurar el después,
con el miedo en los hombros,
y la pasión en las manos.
Armame con tus ojos esta noche despejada,
era tu pangea , te acordàs?
Y mis partes siguen deambulando
por los callejones internos de mi miedo.
Hoy me escondo bajo un almendro,
para que me digas piedra libre en tus brazos,
mientras echas raíces cerca de mi alma
con el fin de perpetuar tu olor en mi piel.
Y sentir, sentirte pegado a mi nuca..…