No tengas más miedo, amor,
te dejo.
Pasaras desapercibido cuando te arrepientas
de abandonarme bajo este cielo de estrellas crueles,
Que sonríen de mi soledad.
Crueldad que no poseo,
Y por lo cual, te pierdo.
Quedate con las mismas horas,
Los mismos pasos,
la misma imagen
de esa mujer que te cela
sin poder acceder a tus pensamientos,
donde ahí descansa el deseo de abrazar mis alas,
posar tu cabeza en mis almohadas,
llevarme a volar…
Te acordas ese día que volamos?
Mis alas auto curaron sus cicatrices
Para cubrir las tuyas.
Tu boca jugó un juego, donde solo pierde
el que no sabe gemir.
Nuestras manos fueron protagonistas
del sudor y del amanecer, las mismas manos
que hoy te sirven de escudo para no verte acorralado
de miedo, pero ya te lo dije, te resguardo de toda
molestia, de transitar un camino que tiene besos infinitos
en el alma y miradas encantadas por tu presencia.
Mi mirada estará perdida por no saber de vos, pero la recuperaré al recordarte…