Carta abierta al único amor de mi vida.

Puedo bien gastar el tiempo besando y acariciando la piel de otros,
ilusionando mi alma con frases necesarias y reconfortantes,
pasando estadías prodigiosas en sabanas calurosas.
Pero llegan noches como estas que rozan el amanecer,
deseando que tus labios me despierten como tantas veces,
Y que tus dedos corran mis rulos, para encontrarme con un beso en la nariz.
Nadie más me pide que lo abrase y no lo deje caer.
Aprendí todo de tu cuerpo, para no tenerlo ahora,
y busco tus lunares y cicatrices en espaldas ajenas.
Tus miedos, siempre fueron los míos,
tus sueños, tus inseguridades, tus suspiros.
Pero tus elecciones no, sólo fueron tuyas,
con ayuda del mar y la blancura, te alejaste.
El temblor de mi estómago me recuerda
que estás en mi.
Con nadie me sentí tan mujer y niña a la vez.
Sacabas lo mejor de mi hacia vos y los otros.
Maldigo el día que te convenciste a vos mismo
de no hacerme sufrir,
por que si supieras lo que duele no tenerte
Y tener que recurrir a suelos extraños,
para no tentarme con ir a buscarte.
Hay un vacío en tu pecho?
Pensas en mi en esas noches eternas en el mar?
Vas a poder ser feliz sabiendo lo mucho que te amo y tengo para darte?