miércoles, octubre 05, 2005


Rara, como encendida,
te hallé bebiendo
linda y fatal.
Bebías,
y en el fragor del champán
loca reías, por no llorar.
Pena me dio encontrarte,
pues al mirarte
yo vi brillar
tus ojos,
con ese eléctrico ardor, tus negros
ojos que tanto adoré.
Esta noche, amiga mía,

el alcohol nos ha embriagado...
¡Qué me importa que se rían
y nos llamen los "mareados"!
Cada cual tiene sus penas
y nosotros las tenemos.
Esta noche beberemos,
porque ya no volveremos
a vernos más.
Hoy vas a entrar en mi pasado,

en el pasado de mi vida...
tres cosas lleva mi alma herida:
amor, pesar, dolor...
Hoy vas a entrar en mi pasado,
hoy nuevas sendas tomaremos. ¡
Qué grande ha sido nuestro amor,
y sin embargo, ay, miralo que quedó!

ojala hubieramos tenido esta despedida...

Enrique cadicamo.

No hay comentarios.: