
Viviendo de inventarme señales del destino,
despierto entre los sueños,
andando la ciudad,
rodando entre las piedras
de todos los caminos los muros me enseñaron
a no dejar de amar.
Tratando de estar cerca
y lejos de mí mismo,
creyéndole a los dioses
de carne y corazón,
saltando mis paredes
hacia cualquier abismo
caí preso en el miedo y libre en el dolor.
Me miro en el espejo,
hablo con mi egoísmo
y el alma me responde con algo por buscar,
será que mis ojeras
son tiempos bienvenidos
que le gane a la vida por no dejar de amar.
Un sabio medio viejo
me dijo que los años enseñan
cuando la supe dar.
A veces laberinto,
a veces me hizo daño
pero la vida me ha enseñado
a no dejar de amar.
axel milanes
1 comentario:
Nunca me quedò tan bien un tema hoy!!
"A veces laberinto,
a veces me hizo daño
pero la vida me ha enseñado
a no dejar de amar."
Hermosa foto, hermosìsima!
Y yo te kiero cada dìa massss;))
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